Parálisis en perros

La parálisis puede producirse tanto en perros viejos como jóvenes. Puede afectar a una parte del cuerpo o a varias. Si notas que tu perro tiene problemas de locomoción. En todos los casos, el problema debe ser diagnosticado y tratado.

Repasemos los tipos, síntomas, causas y posibles tratamientos de la parálisis en perros.

Observaciones clínicas

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La parálisis implica, por un lado, la incapacidad de un grupo de músculos (a menudo extremidades) para realizar sus funciones motoras y sensoriales. En este caso, los daños serán claramente visibles. Si su perro no puede mover los miembros superiores e inferiores, es tetrapléjico. Si el daño es sólo en los miembros inferiores, se dice que es parapléjico.

Por otra parte, la parálisis puede ser la de un órgano. El perro infectado, por ejemplo, será incapaz de defecar y orinar o no podrá contenerse para hacer sus necesidades en el caso de la parálisis del esfínter.

La parálisis se caracteriza por:

  • Pérdida parcial o total de la capacidad motriz.
  • Un inicio abrupto o insidioso.
  • Las patas de su perro ceden y quedan sin fuerza ni tono.
  • Su perro arrastra sus patas traseras detrás.
  • Dolor en el animal, acompañado de vocalizaciones (gritos y gemidos).
  • Agresión y falta de apetito.

Causas de la parálisis

Hay varias razones por las que los perros pueden quedar paralizados:

  • Lesión en la médula espinal como resultado de un traumatismo o un accidente. Las causas de su compresión son diversas. Algunos ejemplos son los tumores, los abscesos y las mielopatías. La mielopatía es especialmente frecuente en los pastores alemanes.
  • Una parálisis del nervio radial, que provoca la incapacidad de su perro para utilizar sus extremidades superiores.
  • Una infección viral, bacteriana o fúngica (enfermedades inflamatorias polirradiculoneuritis, botulismo alimentario, miastenia…).
  • Hernias discales (desplazamiento espatológico de los discos invertebrales dañados que provoca la compresión de la médula espinal y el bloqueo de la transmisión de los impulsos nerviosos): las razas con patas cortas y cuerpos alargados son las más propensas, como el Teckel.
  • Trastornos musculares: suelen ser hereditarios y se desarrollan durante los primeros meses del cachorro. Las enfermedades musculares, como la miopatía distrófica, son más comunes en los Golden Retriever y los Labradores Retriever.

Diagnóstico y tratamiento

Si sospecha de una anomalía motora en su perro, no dude en llevarlo al veterinario. El veterinario realizará pruebas adicionales, como una radiografía, una mielografía, un TAC o un análisis de sangre. La parálisis se trata mejor si se diagnostica a tiempo.

Sin embargo, hoy en día no existe ningún tratamiento eficaz para esta enfermedad. El único tratamiento posible es la parálisis causada por la infección. Pero hay prácticas que pueden ayudar a su perro:

  • Carros para la pérdida de habilidades motoras en las piernas
  • Cintas de correr para la rehabilitación después de una parálisis de recuperación, sino también la hidroterapia…

Las cirugías ortopédicas y neurológicas son posibles para tratar la compresión de la médula espinal.

Si la parálisis ya está en un estado avanzado y la reanudación de una vida normal parece imposible, recuerde acompañar a su perro a diario. Su perro se volverá totalmente dependiente de usted para todas las acciones simples.

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