La temperatura normal de tu gato es superior a la de las personas. Los valores normales oscilan entre los 37,8 grados y los 39 grados. Una temperatura superior a los 39,2 grados se considera fiebre.
Si tu gato tiene una temperatura de 37 grados, está dentro de los valores normales y no debes preocuparte. Sin embargo, si su temperatura es superior a los 39,2 grados, es importante que consultes a un veterinario, ya que podría indicar la presencia de una enfermedad o infección.
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La fiebre en los gatos puede ser causada por diversas razones, como infecciones virales o bacterianas, enfermedades del sistema inmunológico, reacciones a medicamentos, entre otras. Es fundamental que un veterinario realice un diagnóstico preciso y recomiende el tratamiento adecuado.
Además de la temperatura, existen otros síntomas que pueden indicar que tu gato está enfermo, como letargo, pérdida de apetito, vómitos, diarrea, cambios en el comportamiento, entre otros. Si observas alguno de estos síntomas junto con una temperatura elevada, es recomendable acudir al veterinario lo antes posible.
Es importante recordar que cada gato es único y puede haber variaciones en su temperatura normal. Algunos gatos pueden tener una temperatura ligeramente más baja o más alta que la media, pero siempre es fundamental estar atentos a cualquier cambio significativo en su estado de salud.
¿Qué pasa si mi gato tiene una temperatura de 37 grados?
Ante una temperatura corporal baja en gatos, es imprescindible acudir al veterinario, ya que se debe determinar si existe alguna patología que esté provocando el descenso de la temperatura o bien si este cuadro ha podido provocar daños graves en el organismo del animal. La temperatura normal en los gatos oscila entre los 37,5 y 39,2 grados Celsius, por lo que una temperatura de 37 grados podría indicar un leve descenso de la temperatura corporal.
Si vemos que la temperatura es más baja de los 36 grados, es cuando debemos preocuparnos, pues nuestro gato tendrá temblores y otros síntomas propios de la hipotermia. La hipotermia en los gatos puede ser causada por diversas razones, como exposición prolongada a bajas temperaturas, enfermedad o lesión. En casos más graves, la hipotermia puede llevar a la disminución de la frecuencia cardíaca y la respiración, lo que puede ser potencialmente mortal.
Es importante recordar que los gatos cachorros son más susceptibles a la hipotermia debido a que su sistema de regulación de temperatura no está completamente desarrollado. Por este motivo, es fundamental proteger a los gatitos de las condiciones adversas y bajas temperaturas.
¿A qué temperatura es peligroso para un gato?
La temperatura corporal normal de un gato se encuentra entre los 38ºC y los 39ºC. Sin embargo, cuando la temperatura de un gato supera los 41ºC, es considerada como peligrosa y es necesario acudir al veterinario de inmediato. Una temperatura tan alta puede indicar una condición médica grave, como una infección, un golpe de calor o una enfermedad sistémica.
Es importante saber reconocer los signos de un golpe de calor en los gatos, ya que puede ser mortal si no se trata a tiempo. Algunos de los síntomas incluyen jadeo excesivo, respiración rápida y superficial, letargo, vómitos, diarrea, debilidad, y mucosas pálidas o enrojecidas. Si tu gato presenta alguno de estos síntomas, debes llevarlo al veterinario de inmediato.
¿Cómo saber si un gato tiene hipotermia?
La hipotermia en los gatos se produce cuando su temperatura corporal desciende por debajo de lo normal, que suele ser alrededor de los 38-39 grados Celsius. Es importante detectar esta condición a tiempo, ya que puede ser peligrosa para la salud del felino. Algunos de los síntomas más comunes de la hipotermia en los gatos incluyen el tiritar del animal, especialmente en las extremidades, así como también tener las piernas y las patas frías al tacto.
Otro signo a tener en cuenta es la presencia de síntomas de shock, que pueden incluir un pulso acelerado, respiración poco profunda y mucosas pálidas. En caso de sospechar que tu gato puede estar experimentando hipotermia, es importante actuar rápidamente. Envuelve al gato en una manta caliente y busca atención veterinaria de inmediato.