Tener y adiestrar a un perro sordo significa aprender a comunicarse con él de otra manera y, sobre todo, aprender a hablar perro.
Muchos adiestradores tienden a olvidar que los perros no hablan nuestro idioma y a veces utilizan métodos basados únicamente en órdenes de voz. Estos métodos suelen ser infructuosos y, a veces, incluso conducen a un comportamiento inadecuado del adiestrador hacia el perro.
Tener un perro sordo, en mi opinión, te permite aprender realmente lo que es la comunicación canina y cómo interactuar con tu perro de la forma más natural posible. En mi opinión, muchos propietarios de perros, sordos o no, deberían inspirarse en las técnicas utilizadas para adiestrar a un perro sordo, ya que permiten poner de relieve la comunicación no verbal, a la que el perro será mucho más receptivo.
Adiestrar a un perro sordo significa adaptarse a una discapacidad a la que no estamos necesariamente acostumbrados a enfrentarnos a diario. Estos son mis consejos para entrenar a un perro sordo con tranquilidad.
Cómo crear y reforzar una relación equilibrada con su perro
La relación entre el propietario y el perro debe basarse, ante todo, en la confianza mutua, que conducirá de forma natural a la cooperación.
El perro sordo debe ver a su adiestrador como un guía y un recurso fiable que le ayude a evolucionar con serenidad y seguridad en todos los entornos y situaciones a lo largo de su vida.
La creación y el fortalecimiento de esta relación se logra naturalmente a través de:
Sin estos 3 puntos clave, el perro no verá a su dueño como una referencia y, de hecho, será mucho menos probable que coopere.
Utilizar un lenguaje corporal explícito
Al adiestrar a un perro sordo, obviamente se preferirá la comunicación no verbal. Sin embargo, nada te impide hablar con tu perro si eso te ayuda a expresar más tus emociones y a comunicarte más fácilmente con tu mascota.
Sin embargo, tendrá que aprender a hablar «a la italiana», con muchos gestos y posturas diferentes específicos para cada una de las órdenes que se le piden al perro.
Es importante no tener miedo a hacer aspavientos y expresar todas las emociones que se sienten durante las interacciones con el animal para comunicar mejor sus deseos, expectativas o satisfacciones.
Tener gestos y posturas claras
El lenguaje verbal utilizado para interactuar con un perro sordo debe ser claro y preciso. Del mismo modo que no se le hablaría a un perro «normal» utilizando frases con sujeto, verbo y complemento, no se le hablaría a un perro sordo utilizando una multitud de gestos incomprensibles y poco claros para el perro.
Por lo tanto, para cada una de las órdenes que deberá expresar a su perro sordo, utilice y elija un gesto muy específico para cada indicación.
He aquí algunos ejemplos:
- Recuerda: las piernas dobladas o agachadas, los brazos extendidos o las manos acariciando el suelo o las piernas, y sobre todo una gran sonrisa.
- Sentado: postura erguida y un movimiento con el dedo desde el hocico del perro hacia arriba
- Recostado: postura erguida o ligeramente flexionada y un movimiento con el dedo desde el hocico del perro hasta entre sus patas delanteras
- Paro/parada:
Inicialmente, estas órdenes (especialmente las posiciones de sentarse y acostarse) se aprenden principalmente mediante la llamada técnica del señuelo, que consiste en acompañar al perro con un señuelo (golosina o juguete) hasta la posición deseada.
Buscar ayuda profesional
Afrontar una discapacidad no siempre es fácil y uno puede sentirse rápidamente perdido o abrumado por las dificultades que se le presentan. Por lo tanto, nunca debe dudar en pedir ayuda a personas competentes que puedan proporcionarle un valioso apoyo y asesoramiento, adaptado a su situación.
Los veterinarios, adiestradores de perros y especialistas en comportamiento están ahí para ayudarle si lo necesita. Nunca es demasiado tarde, y ser consciente de que necesitas ayuda es un gran paso hacia el éxito.
Utilizar las herramientas adecuadas
Por último, para ayudarle a crear una conexión con su perro, especialmente para los ejercicios de retirada, existe una herramienta específica para el adiestramiento de perros sordos: el collar de vibración.
Tenga en cuenta que este collar no envía descargas eléctricas; son simplemente vibraciones que no son en absoluto dolorosas para el animal.
En la práctica, se debe enseñar al perro la siguiente asociación: vibración = golosina. Este condicionamiento atraerá entonces la atención del perro, especialmente para los ejercicios de retirada cuando el perro no esté interactuando directamente con su dueño.
Recomendaciones de seguridad:
- No suelte nunca a un perro sordo en un entorno no seguro
- No suelte nunca a un perro sordo que no obedezca la llamada o que no se haya condicionado lo suficiente al collar vibratorio
- No sobresalte nunca a un perro sordo acercándose a él por detrás o mientras duerme, ya que esto puede desencadenar una agresión por miedo o irritación