La diabetes no solo afecta a los seres humanos, también puede afectar a nuestros compañeros caninos. Afortunadamente, existen diferentes opciones de tratamiento para controlar esta enfermedad en perros, una de ellas es la insulina en forma de pastillas. En este artículo, exploraremos más a fondo esta alternativa y cómo puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre de nuestros perros bajo control.
¿Qué insulina se debe usar en perros?
Solo Caninsulin® y Prozinc® están autorizadas para su uso en perros. Caninsulin® es una insulina de acción intermedia de origen porcino que se basa en la mezcla de 30 % de insulina-zinc amorfa (absorción rápida) y 70 % de insulina-zinc cristalina (absorción lenta).
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Caninsulin® se utiliza para el tratamiento de la diabetes mellitus en perros. Esta insulina ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre y controlar los síntomas asociados con la diabetes. Debe ser administrada por vía subcutánea y la dosis recomendada varía según las necesidades individuales de cada perro.
Prozinc® es otra opción de insulina autorizada para su uso en perros. Es una insulina de acción prolongada que se administra por vía subcutánea y está indicada en el tratamiento de la diabetes mellitus en perros. Al igual que Caninsulin®, la dosis recomendada de Prozinc® varía según las necesidades de cada perro.
Es importante destacar que siempre se debe seguir las indicaciones y recomendaciones del veterinario en cuanto al uso y administración de la insulina en perros. Además, es fundamental realizar controles regulares de glucosa en sangre y ajustar la dosis de insulina según sea necesario para mantener los niveles de glucosa en un rango adecuado.
¿Cómo se puede reducir de manera natural la glucosa en perros?
Además de una alimentación rica en fibra, existen otros métodos naturales que pueden ayudar a reducir los niveles de glucosa en perros. Uno de ellos es el ejercicio regular, ya que la actividad física ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina y promueve la absorción de glucosa por parte de las células. Se recomienda realizar paseos diarios y actividades que estimulen el movimiento, como juegos con pelotas o juguetes interactivos.
Asimismo, el control del estrés es importante para mantener niveles estables de glucosa en sangre. El estrés puede aumentar la producción de hormonas que elevan los niveles de azúcar, por lo que es recomendable proporcionar un entorno tranquilo y seguro para el perro. Se pueden utilizar técnicas de relajación, como masajes suaves o música relajante, para ayudar a reducir el estrés.
Otro aspecto a tener en cuenta es la administración de suplementos naturales. Algunos suplementos, como el cromo, el ácido alfa lipoico y la canela, se han asociado con la mejora de la sensibilidad a la insulina y la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, es importante consultar con un veterinario antes de administrar cualquier suplemento, ya que cada perro es único y puede requerir dosis específicas.
¿Qué pasa si no le pongo insulina a mi perro?
Si no le pones insulina a tu perro diabético, su nivel de azúcar en la sangre puede aumentar de manera significativa, lo que puede llevar a diversos problemas de salud. Uno de los efectos más comunes es el aumento en la sed y la micción. El perro puede beber y orinar más de lo normal, lo cual es un signo de que los niveles de azúcar en su sangre están elevados. Además, también puede presentar otros síntomas como pérdida de peso, debilidad, letargo y falta de apetito.
Sin embargo, si se deja sin tratar durante un período prolongado, el aumento de azúcar en la sangre puede llevar a una condición médica grave llamada cetoacidosis diabética. Esta es una complicación potencialmente mortal en la cual los niveles de azúcar en la sangre son extremadamente altos y el cuerpo comienza a descomponer las grasas en lugar de usar la glucosa como fuente de energía. Esto lleva a la acumulación de cetonas en la sangre, lo que puede causar síntomas como vómitos, dificultad para respirar, olor a acetona en la respiración y coma.
Es importante destacar que la diabetes en los perros no tiene cura, pero puede ser controlada con la administración adecuada de insulina. Es fundamental seguir el plan de tratamiento recomendado por el veterinario y administrar la insulina según las indicaciones. Si tienes alguna duda o preocupación, es recomendable consultar con un profesional veterinario para obtener el mejor cuidado y manejo de la diabetes de tu perro.
¿Cuál es la dosis de insulina para un perro?
La dosis de insulina para un perro depende de su peso. Se recomienda iniciar la terapia con una dosis de partida de 0,5 – 1 UI/kg de peso una vez al día, redondeando por lo bajo hasta el número entero de unidades más bajo. Por ejemplo, si un perro pesa 10 kg, la dosis inicial sería de 5 – 10 UI.
Es importante tener en cuenta que cada perro es único y puede requerir ajustes en la dosis de insulina. El objetivo es mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango saludable. Por lo tanto, es importante realizar controles regulares de glucosa en sangre y trabajar en estrecha colaboración con un veterinario para ajustar la dosis según sea necesario.
La administración de la dosis de insulina debe realizarse siempre bajo la supervisión de un veterinario y siguiendo sus indicaciones. Además, se recomienda dividir la dosis diaria en dos inyecciones, una por la mañana y otra por la noche, para minimizar el riesgo de hipoglucemia.