Aunque los tratamientos veterinarios convencionales siguen siendo indispensables en muchos casos, los remedios homeopáticos se consideran buenos complementos de los mismos. Permiten aliviar ciertos síntomas de forma suave y sin efectos adversos. La homeopatía para perros es una de las terapias alternativas y naturales.
La homeopatía se utiliza para tratar una variedad de enfermedades en los perros. El método tiene defensores y detractores, pero todos parecen estar de acuerdo en que, en cualquier caso, es seguro.
La homeopatía en pocas palabras
La homeopatía se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar dolencias menores en los seres humanos. En los últimos tiempos, la homeopatía ha despertado un gran interés, al igual que otras prácticas médicas alternativas y complementarias. Pero la homeopatía no es sólo para los humanos. Los perros también son tratados con remedios homeopáticos. En la mayoría de los casos, se utilizan para complementar los tratamientos alopáticos. La mayoría de los veterinarios señalan que ni la homeopatía ni otras formas de terapias alternativas deben utilizarse como sustituto del tratamiento farmacológico y la cirugía en casos de enfermedades graves como el cáncer, los problemas cardiovasculares, etc.
También hay que recordar que la homeopatía se basa en 3 principios fundamentales:
Similitud: lo que causa un síntoma y una enfermedad también puede ayudar a superarla. Siempre que el compuesto sea tratado de forma que se elimine su inocuidad. Esto nos lleva al segundo principio.
Dilución: la sustancia se diluye muchas veces para eliminar los compuestos tóxicos. La palabra CH que aparece en los medicamentos homeopáticos hace referencia a la expresión «centesimal hahnemanniano». Esto significa 100 diluciones sucesivas de la sustancia.
Individualización: si un remedio homeopático da resultados satisfactorios en una persona, no hay garantía de que haga lo mismo en otra. El tratamiento homeopático debe adaptarse prácticamente a cada caso. Además, hay que tener en cuenta al individuo que va a ser tratado en su conjunto. Esto también se aplica al perro.
Enfermedades de los perros que pueden tratarse con homeopatía
Trastornos que afectan al esqueleto y a la movilidad: la homeopatía se utiliza para aliviar el dolor relacionado con el reumatismo y la artrosis en perros que envejecen, son atletas o sufren un traumatismo. El Harpagophytum es una solución homeopática muy conocida para la artrosis.
Enfermedades del sistema respiratorio: el asma es uno de los trastornos en los que interviene la homeopatía, especialmente a través del remedio Ipeca.
Problemas digestivos: la hinchazón, la diarrea, el estreñimiento y otros trastornos digestivos se tratan con homeopatía. Nux vomica ayuda a reducir los vómitos.
Trastornos del sistema nervioso y problemas de comportamiento: perros estresados y ansiosos, hiperactivos, agresivos, temerosos… El fósforo y el gelsemium son algunos de los tratamientos homeopáticos que calman los síntomas asociados.
Trastornos urinarios: cistitis, problemas renales… Cantharis es un ejemplo de remedio homeopático utilizado en estos casos.
Problemas de la piel: los perros que sufren de alergias dermatológicas pueden ser tratados con homeopatía. Apis mellifica es una de las soluciones habituales en este ámbito.