Fibrosarcoma en gatos

Actualmente no se conocen las causas exactas del fibrosarcoma en los gatos, lo que dificulta su prevención. El animal tratado no es inmune a la recidiva, a menos que el tumor se extirpe en una fase suficientemente temprana.

El fibrosarcoma felino es un tumor cutáneo maligno. La enfermedad puede aparecer en gatos de cualquier raza y edad, pero es más frecuente entre los 6 y los 11 años. El sexo del gato, así como su estado hormonal (esterilizado o no), tampoco son factores que predispongan al fibrosarcoma. Veamos los demás aspectos: posibles causas, signos clínicos y tratamientos.

Un cáncer de piel común en los gatos

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El fibrosarcoma felino es la forma más común de cáncer de piel en los gatos. Este tumor maligno tiene un riesgo bastante alto de recidiva después de la cirugía. Más raramente, puede hacer metástasis y extenderse por todo el cuerpo a otros órganos vitales.

Como ocurre con muchos cánceres, las causas del fibrosarcoma felino no se conocen con precisión. Sin embargo, a menudo se mencionan factores como las sensibilidades individuales específicas y los traumatismos cutáneos, como las mordeduras y picaduras repetidas.

También se mencionan las vacunas, principalmente las de la rabia y la leucosis. Sin embargo, los veterinarios recomiendan encarecidamente a los propietarios que vacunen a sus gatos contra estas enfermedades, que son más probables que el fibrosarcoma.

Los síntomas del fibrosarcoma felino

Las zonas más afectadas por el fibrosarcoma felino son la zona entre los omóplatos, el pecho, los flancos y los lomos.

La malignidad subcutánea del fibrosarcoma suele aparecer como un bulto o nódulo. Al tacto, la zona es bastante dura. Sin embargo, cuando el veterinario palpa la lesión durante el examen, el gato no muestra ningún dolor.

Con el tiempo, el tumor crece y, si no se trata, puede acabar provocando la necrosis, es decir, la muerte del tejido. El fibrosarcoma también puede provocar infecciones. Sin embargo, no existe una regla general sobre el ritmo de progresión de la enfermedad, que varía de un gato a otro.

Cuando se observan estos síntomas y el veterinario sospecha que se trata de un tumor subcutáneo maligno, tratará de confirmar el diagnóstico mediante una biopsia, que permite el examen microscópico de un fragmento de tejido.

Fibrosarcoma en gatos: ¿qué tratamientos?

El tratamiento del fibrosarcoma es necesariamente quirúrgico. Consiste en extirpar el tumor así como los tejidos adyacentes para evitar al Máximo: el riesgo de recidiva, que es frecuente tras la operación. A continuación, el tratamiento se completa, en la mayoría de los casos, con radioterapia para destruir las células cancerosas que no se hayan eliminado, con el fin de reducir la posibilidad de recidiva.

El pronóstico del fibrosarcoma felino depende de la precocidad del tratamiento del tumor y de su agresividad. Por ello, es importante estar atento a la aparición de una pequeña masa en la piel de su gato.

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