Enseñar a su perro a retroceder le ayudará, entre otras cosas, a manejar mejor a su perro si es del tipo intrusivo y fortalecerá su relación.
A los perros les encanta aprender cosas nuevas y complacer a sus dueños. Caminar hacia atrás es un ejercicio interesante, divertido y sencillo de enseñar. También puede ser útil en más de un sentido. Aquí te explicamos cómo hacerlo…
Aprender a caminar hacia atrás: ¿qué gana el perro?
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Cualquier forma de adiestramiento es buena para el perro y su relación con el dueño. Cualquier ejercicio que le enseñes a tu perro, una vez aprendido, facilitará el paso a otro. Cada truco que se enseña al perro lo hace más receptivo y más propenso a aprender otros.
Además, la mayoría de los ejercicios que se enseñan al perro implican tanto las habilidades mentales como las físicas, lo que las potencia enormemente.
Y, por supuesto, se refuerza el vínculo y la unión entre el perro y el adiestrador, lo que repercute positivamente en su interacción diaria.
Enseñar a su perro a caminar hacia atrás puede ser útil al menos por dos razones.
La primera es que este truco te permite canalizar y controlar a tu perro si se pone un poco invasivo. En este sentido, suele ser mucho más eficaz que “sentarse” o “acostarse”.
La segunda se refiere a la obediencia, el agility o los deportes caninos en general. Varios ejercicios o etapas del curso requieren que el perro dé unos pasos hacia atrás.
Por último, el retroceso puede ser una maniobra que salva la vida en determinadas situaciones, como cuando el perro ha entrado en un espacio estrecho y no tiene más remedio que retroceder para salir. Este es el tipo de percance que pueden sufrir los propietarios de Terriers, ya que éstos tienden a “husmear” en los rincones más inaccesibles y a perseguir a los animales pequeños.
Método 1: sin obstáculos
En el salón o en el jardín, colóquese frente a su perro con una golosina en la mano. Póngalo en el hocico del perro, apriételo contra el hocico y avance lentamente mientras dice la orden “retrocede” o “retrocede” varias veces. Esto le obligará a retroceder. Da 3 o 4 pasos hacia atrás de esta manera, luego elógialo y dale su golosina.
Repítelo tocando cada vez menos el bozal y luego, en las sesiones siguientes, aumenta la distancia entre tú y tu perro. Usa la mano con la golosina para guiarlo.
Recuerde elogiar y premiar a su perro cada vez. El ejercicio se considerará completado cuando su perro se aleje de usted después de escuchar su orden.
Método 2: El pasillo
Establezca una especie de pasillo estrecho colocando, por ejemplo, una tabla paralela al sofá.
Coloque a su perro en la entrada de este pasillo, con la cabeza apuntando hacia usted y el trasero en el pasillo. Con una golosina en la mano, extiéndala hacia él y muévase hacia delante para animarle a caminar hacia atrás en el espacio estrecho, mientras da la orden de “retroceder” o “retroceder”.
Cuando termine, elógialo y dale la golosina como premio.
En las sesiones siguientes, elimine gradualmente los obstáculos.
Sea cual sea el método que elija, tenga paciencia con su perro. Su inteligencia, sus recompensas y su trabajo duro acabarán dando sus frutos.