¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Desde los científicos hasta los filósofos, muchos han intentado responder a esta pregunta de forma definitiva, sin que la respuesta sea del todo satisfactoria. Es el principio mismo de la paradoja, que tratar de identificar quién es el primero en un caso circular de causa y efecto es un ejercicio imposible. Si te dicen que es el huevo, entonces preguntarás: “¿Pero quién puso el huevo?
Si te dicen que es la gallina, lógicamente preguntarás: “Pero esa gallina salió de un huevo, ¿no? Entonces, ¿qué sentido tiene tratar de responder a esta vieja pregunta? Puede ser que, tras siglos de experiencia, la humanidad haya aceptado por fin la cuestión.
El huevo antes que la gallina
Si quieres seguir leyendo este post sobre "El huevo o la gallina: ¿qué fue primero?" dale click al botón "Leer más" y podrás leer el resto del contenido gratis. habitat3.cl es un sitio especializado en Mascotas. Si quieres completar de Leer el post no dudes de ssguir navegando por la web y suscribirte a las notificaciones del Blog.
En primer lugar, está la respuesta semántica: en la pregunta, efectivamente el huevo es lo primero. Pero eso no hace avanzar el debate. Luego viene la respuesta científica: el primero es el huevo… puesto por un dinosaurio. De hecho, los fósiles más antiguos de huevos y embriones de dinosaurio tienen unos 190 millones de años. Los fósiles del Archaeopteryx (un dinosaurio con plumas generalmente aceptado como el primero de los pájaros) tienen unos 150 millones de años. Los pájaros suelen ir detrás de los huevos.
Esta es la lógica adoptada por el último filósofo que ha hablado de ella. Roy Sorensen, profesor de filosofía de la Universidad de Washington en San Luis, ha escrito sobre el tema.
Según él, es el huevo el que precede a la gallina. La mutación habría tenido lugar hace mucho más de 7000 años, antes de la época en que se domesticaron las primeras aves cercanas al Gallus gallus domesticus que conocemos como pollo. En esencia, un protopollo puso un huevo y un protocoque lo fecundó. Pero cuando los genes de la gallina y el gallo se fusionaron, se combinaron de una manera nueva, creando una mutación que accidentalmente hizo al bebé diferente de sus padres.
Aunque la diferencia tardó milenios en ser significativa, este huevo era lo suficientemente diferente como para convertirse en el progenitor oficial de una nueva especie, ahora conocida como… ¡el pollo! En resumen, dos pájaros que no eran realmente gallinas crearon un huevo de gallina, así que tenemos una respuesta: el huevo vino primero, y luego nació una gallina.
¿La gallina antes del huevo?
Hay quienes aún no están convencidos de esta teoría y sostienen que la gallina llegó a la Tierra antes que el huevo. En 2010, un grupo de científicos escribió sobre esta paradoja.
“Durante mucho tiempo se sospechó que el huevo fue lo primero, pero ahora tenemos pruebas científicas de que, de hecho, fue la gallina la primera”, afirma el Dr. Colin Freeman, de la Universidad de Sheffield.
Su investigación se centró en la “biomineralización de la cáscara del huevo, y en particular en una proteína clave en la producción de la cáscara del huevo”. Esta proteína, llamada “ovocleidina”, necesaria para la formación de la cáscara del huevo de la gallina, sólo se encuentra en los ovarios de las gallinas. Por tanto, es posible concluir que no hay huevo sin gallina, pero incluso algunos de los científicos responsables del estudio no estaban del todo convencidos, y uno de ellos calificó la cuestión de divertida pero inútil. ¿Cómo sabemos que el ancestro del pollo no producía ya esta proteína?
El huevo o la gallina: un debate tan antiguo como el tiempo
Esta cuestión se plantea desde la antigüedad, y el primer rastro se remonta a Aristóteles. En un libro de Fénelon sobre los filósofos de la antigüedad, se puede leer una traducción de esta reflexión del filósofo griego: “No pudo haber un primer huevo que diera lugar a un pájaro, o habría habido un primer pájaro que hiciera un huevo, ya que los pájaros proceden de huevos”.
Por muy trivial que parezca esta pregunta, en todas las épocas los filósofos han tratado de encontrar una respuesta. Desde Plutarco hasta Tomás de Aquino, pasando por Denis Diderot, todos lo mencionan. El primero en intentar despejar la duda fue Charles Darwin, pero parece que no lo consiguió, ya que aún hoy, un estudio sustituye a otro, con una nueva respuesta.