¿Cómo funciona una sesión de osteopatía para perros?

Una sesión de osteopatía para perros suele durar entre 45 minutos y una hora. La realiza un veterinario con formación en osteopatía o un osteópata titulado en un centro especializado que haya superado la prueba de aptitud organizada por la Orden de Veterinarios. ¿Cómo funciona en la práctica?

¿Has conocido los beneficios de la osteopatía en la salud del perro y quieres compartirlo con los tuyos? ¿Se pregunta cómo esta práctica, originalmente pensada para tratar a los humanos, puede aplicarse a nuestras mascotas? Pues bien, al igual que la sesión de osteopatía para nosotros se compone de 4 fases, la de los perros se compone de: anamnesis, observación, diagnóstico y tratamiento. Veamos estas etapas con más detalle.

1ª etapa de la sesión osteopática para perros: la anamnesis

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La etapa inicial de la consulta con el osteópata para perros es la anamnesis. Es la primera toma de contacto, durante la cual el profesional recogerá el Máximo: de información sobre el animal.

El osteópata se toma el tiempo de hablar con el dueño del perro para saber en primer lugar el motivo de la consulta y por tanto lo que hace sufrir al cuadrúpedo. Se pide al propietario que describa los síntomas que presenta su amigo de cuatro patas. El profesional también hace preguntas sobre el historial médico del animal, cualquier enfermedad pasada, si ha sido operado o si está sometido a algún tratamiento.

Cualquier información que pueda ayudar al osteópata a orientarse antes de confirmar sus sospechas mediante la observación del perro y la palpación es bienvenida.

Paso 2: Observación

El segundo paso consiste en que el osteópata observe detenidamente al perro. Se trata de estudiar la morfología del animal, así como su postura. Este análisis se realiza en primer lugar mientras el perro está inmóvil, y después en modo dinámico, es decir, cuando está en movimiento. El animal sólo tendrá que dar unos pasos para que el osteópata tenga una visión completa de su biomecánica.

El objetivo de esta fase de observación es tomar conciencia de los desequilibrios posturales, de las dificultades de movimiento y desplazamiento y de las cojeras del perro a tratar.

Paso 3: Diagnóstico osteopático

La siguiente fase es el diagnóstico osteopático, que el profesional realiza mediante palpación y pruebas.

Utilizando sus manos, intentará detectar las zonas del cuerpo del perro marcadas por tensiones, dolores y desequilibrios.

A continuación, el osteópata busca zonas de escasa movilidad en las articulaciones y los tejidos.

4ª y última etapa: el tratamiento osteopático

Una vez que las áreas de intervención están bien definidas gracias a la etapa de diagnóstico, el osteópata elige las técnicas manuales que se utilizarán para proporcionar el tratamiento propiamente dicho. Masajes, manipulaciones, estiramientos… Cada gesto se ejecutará de forma precisa y dirigida.

Después, entrega al propietario del perro un informe de la sesión, así como los consejos e indicaciones finales para la posterior recuperación del animal. El perro suele descansar varios días después de la sesión para que su cuerpo tenga tiempo de recuperar el equilibrio. Hay que evitar los esfuerzos intensos durante este periodo.

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